Trabajar en el Servicio Andaluz de Salud (SAS) como facultativa y estar embarazada son tres realidades que convergen en un entorno laboral donde la conciliación de la vida familiar y laboral se convierte en un verdadero desafío. A pesar de las numerosas reclamaciones y escritos enviados a la Subdirección de Prevención de Riesgos Laborales, así como de la insistencia en el cumplimiento de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, se ha hecho necesario elevar la situación a la Inspección de Trabajo autonómica. Tras este proceso, finalmente se ha obtenido un requerimiento que otorga la razón a las trabajadoras afectadas.
La Inspección de Trabajo ha instado al SAS a que, como medida correctora, elabore un listado de puestos exentos de riesgo para aquellas mujeres que se encuentren embarazadas, que hayan dado a luz recientemente o que estén en periodo de lactancia. Este requerimiento debe ser cumplido independientemente de los listados establecidos en el procedimiento 30, que se refiere a la “protección en embarazo y lactancia natural”. Se ha evidenciado que la implementación de este procedimiento no se realiza de forma uniforme en todas las Unidades de Prevención, lo que subraya la necesidad de adherirse al Artículo 26.2 de la citada ley.
Respecto a la evaluación de riesgos laborales, la Inspección ha determinado que el SAS está llevando a cabo estas evaluaciones, incluso añadiendo evaluaciones específicas para trabajadoras en situaciones de embarazo. No obstante, los delegados de prevención han encontrado que, en la práctica, estas evaluaciones son más bien de “puestos tipo” debido a la limitada asignación de recursos humanos y materiales en el área de Salud Laboral del SAS. Esta discrepancia entre la normativa y la realidad cotidiana genera una sensación de cumplimiento superficial, donde se cumplen los requisitos legales sin un verdadero respeto a la situación de las trabajadoras.
Las facultativas embarazadas enfrentan obstáculos adicionales en el proceso de intervención por riesgo biológico, con dilaciones que complican aún más su situación laboral. Aunque se sugiere el teletrabajo como alternativa, este formato, en muchas especialidades, no permite a las médicas cumplir con las funciones esenciales de su profesión, como la atención directa a los pacientes.
La situación se agrava con el impacto en la brecha salarial, ya que las guardias, que involucran trabajo nocturno y penoso, están prohibidas. Sin embargo, la falta de un mecanismo que permita prorratear estas guardias resulta en una pérdida retributiva significativa, afectando a su ya limitado salario.
La Inspección de Trabajo ha hecho un llamado a que se notifiquen casos concretos de incumplimiento de la normativa para que puedan ser investigados, sugiriendo un camino hacia una mayor protección de los derechos laborales de las trabajadoras.
En resumen, ser facultativa mientras se está embarazada y trabajar en el SAS presenta tres factores de riesgo que dificultan la conciliación de la vida familiar y laboral. En un contexto en el que España presenta uno de los índices de natalidad más bajos de Europa, la necesidad de abordar estas cuestiones se vuelve aún más urgente.
Sindicato Médico Andaluz
Accede a la Resolución de Inspección de Trabajo aquí.
Fuente: Sindicato Médico Andaluz.