En el barrio de El Cañaveral, varias viviendas han sido okupadas ilegalmente, con los propios okupas afirmando ser víctimas de una estafa. Personas desconocidas les ofrecieron estos pisos a precios bajos sin necesidad de documentación. La mayoría de los afectados son familias latinas y algunas españolas con pocos recursos. La mafia okupa cambió las cerraduras de los inmuebles y alquiló las viviendas por 2.000 euros. Los vecinos denuncian que 12 cerraduras fueron forzadas y remplazadas. A pesar de contar con contratos presuntamente válidos, los okupas enfrentan hostilidad e insultos, además de intervenciones policiales. La tensión culminó en un enfrentamiento violento entre un vecino y una okupa, que resultó en la detención del agresor y el cambio de cerraduras para evitar el reingreso de las personas estafadas.
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