En el clima político actual, las encuestas de dudosa credibilidad afectan a los partidos, sugiriendo que el verdadero apoyo del público no deriva de manipulaciones estadísticas, sino de propuestas sustanciales que enfrenten la narrativa hegemónica socialista. En España, la izquierda sigue movilizándose por causas lejanas mientras ignora problemas internos, lo que contrasta con el reciente escándalo de financiación ilegal del PSOE. Este partido, criticado por su historia de corrupción y autoritarismo, manipula encuestas y ciudadanos. La derecha que desee sucederlos debe afrontar estos desafíos sin temor, promoviendo justicia y progreso, y enfrentando la influencia de la extrema izquierda en todas las instituciones. Según Pedro Sánchez, la corrupción debilita la confianza en el Estado, y si la oposición no actúa adecuadamente, el futuro de la democracia liberal en España está en riesgo.
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