El reciente informe internacional «Improving resilience: cybersecurity through system immunity» de Kaspersky ha puesto de manifiesto que, aunque el 94 % de los profesionales de ciberseguridad están satisfechos con sus sistemas, un abrumador 98 % reconoce margen de mejora. El estudio, que encuestó a 850 expertos en diversas regiones del mundo, revela tanto la satisfacción como la autocrítica en la gestión de infraestructuras digitales.
Entre los aspectos más criticados, el 76 % de los participantes identifica áreas de mejora, mientras que un 22 % considera necesarias reformas significativas. Los desafíos principales incluyen procesos manuales que consumen mucho tiempo, protecciones reactivas, falta de personal especializado y una gestión complicada por el uso de herramientas sin integración.
La fragmentación tecnológica, se señala, agrava estos problemas al aumentar el riesgo de errores y fallos de seguridad. Los encuestados también destapan preocupaciones emergentes como el riesgo de colapso tras ataques, complejidades de IT/OT, inteligencia de amenazas desactualizada y fatiga por exceso de alertas.
Kaspersky sugiere tres estrategias para mejorar estas situaciones: implementar soluciones XDR para centralizar y automatizar respuestas, aumentar la visibilidad con inteligencia de amenazas actualizada y diseñar seguridad desde el código. Según Alexander Kostyuchenko de Kaspersky, es fundamental un enfoque cohesionado y preventivo para fortalecer el ecosistema digital.
Este informe destaca un cambio de paradigma en ciberseguridad: ya no se trata solo de proteger, sino de ser resilientes, adaptándose y recuperándose rápidamente ante ataques para asegurar la continuidad y competitividad en una era digital tan dinámica.