Donald Trump ha declarado haber resuelto ocho conflictos durante su presidencia, centrándose ahora en el del Sáhara Occidental. La estrategia de Washington intenta favorecer la solución marroquí de una «autonomía genuina» para el territorio, desestimando el derecho a la autodeterminación. Con el mandato de la misión de la ONU (Minurso) próximo a expirar, Estados Unidos busca acelerar un acuerdo que otorgue soberanía a Marruecos. La propuesta ha encontrado resistencia, especialmente de Rusia y China, y busca reestructurar las dinámicas diplomáticas en el Magreb. Mientras tanto, Argelia sigue apoyando la autodeterminación, complicando la situación geopolítica regional.
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