La humanidad ha estado obsesionada con el fin del mundo, pasando de profecías antiguas a advertencias científicas. Stephen Hawking, uno de los físicos teóricos más destacados, advirtió que la Tierra podría volverse inhabitable antes del año 2600 debido al calentamiento global y el uso excesivo de recursos. Sus afirmaciones se basan en el análisis de fenómenos actuales, como el cambio climático y el consumo energético desmedido, y proyectan un futuro donde el planeta se convertiría en una «esfera ardiente». Organismos como la NASA están tomando medidas para mitigar estas amenazas y explorar alternativas fuera de la Tierra, subrayando la importancia de colonizar otros planetas para asegurar la supervivencia humana.
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