Las vacaciones continúan siendo esenciales para mitigar el estrés, pero factores como una mayor exposición al sol y la intensificación de la vida social desempeñan un papel más crucial en el bienestar general. Estas actividades no solo rejuvenecen el ánimo, sino que también mejoran la salud mental al fomentar interacciones y aumentar los niveles de vitamina D.
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