La Reserva Federal de Estados Unidos ha optado por reducir sus tasas de interés de referencia, ubicándolas en un 4,75%. Esta decisión busca estimular el crecimiento económico y contrarrestar posibles señales de desaceleración en el mercado. La medida llega en un contexto de incertidumbre económica global, reflejando un esfuerzo por mantener la estabilidad financiera y fomentar el gasto y la inversión. Analistas sugieren que este recorte podría influir en otras economías, que también enfrentan desafíos similares en sus respectivos entornos macroeconómicos.
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