Un simple cambio en la forma de almacenar huevos podría mejorar su conservación, según un consejo compartido en Instagram por @bodegagropecuariadonjaime. La clave está en colocar los huevos con la punta fina hacia abajo, lo que ayuda a que la cámara de aire permanezca en la parte superior. Esto, a su vez, mantiene la yema centrada y alejada de la cáscara, retrasando su deterioro y prolongando su frescura. El método es sencillo y no requiere utensilios especiales, solo prestar atención a su disposición.
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