Las aves han acompasado sus ritmos naturales al ciclo biológico de las plantas a lo largo de milenios. Algunas especies como la curruca capirotada (Sylvia atricapilla) adaptan sus migraciones e invernadas a las épocas de producción de los codiciosos frutos del olivo.
La vasta extensión de acebuchales y olivares en nuestra comunidad hace que la relación simbiótica entre aves y olivares sea especialmente relevante y esencial para la biodiversidad y la sostenibilidad ambiental. Esta simbiosis alcanza alto valor estético en algunas zonas de nuestra provincia, como los tradicionales olivares de montaña localizados en la alta Axarquía, donde los dominios de la variedad malagueña Verdial de Vélez-Málaga nos regalan ejemplos singulares de olivares de alto valor paisajístico y antropológico. Esta zona de difícil laboreo agrícola atesora paisajes relícticos en los que los olivares y la geología de la zona se entrelazan, creando un espacio singular con una personalidad y belleza irrepetibles.
Es posible que estos olivares de montaña sean el último reducto de algunas especies singulares en nuestra provincia, como el alzacola rojizo (Cercotrichas galactotes). Esta especie, que solía ser frecuente en zonas de cultivos y olivares, se ha enrarecido en nuestra provincia y puede encontrar sus últimos hábitats para la reproducción en algunos enclaves de esta zona oleícola.
Andalucía es la región que posee la mayor superficie de olivar a nivel mundial, con un total de 1.63 millones de hectáreas, lo que lo convierte en uno de los hábitats más extensos de nuestra comunidad. Además, la Red Natura 2000 incluye una extensión de 200.000 hectáreas de olivar andaluz, lo que resalta la importancia ecológica de este hábitat.
El olivar andaluz no solo es famoso por su producción de aceite de oliva de alta calidad, sino que también actúa como un hábitat crucial para diversas especies de aves. Muchas de estas aves, como la abubilla (Upupa epos), el mochuelo (Athene noctua) y el cernícalo, encuentran en los olivares un refugio y un lugar de alimentación. Los olivares, con su estructura arbórea y su suelo cubierto de vegetación, crean un microhábitat que puede albergar una gran variedad de insectos y otros pequeños animales, esenciales en la cadena alimentaria de las aves.
Sin embargo, la práctica agrícola actual, cada vez más centrada en la rentabilidad a corto plazo, está modificando el paisaje del olivar en Andalucía, convirtiéndolo en un monocultivo industrializado y empobreciendo su biodiversidad. La intensificación de la agricultura y el uso de prácticas no sostenibles han derivado en la degradación de estos ecosistemas. El uso excesivo de pesticidas y la eliminación de vegetación natural en los bordes de los olivares han reducido drásticamente la biodiversidad y, en consecuencia, las poblaciones de aves. Esta situación ha motivado a SEO/BirdLife a implementar el Proyecto Olivares Vivos, que busca revertir estas tendencias mediante la promoción de prácticas agrícolas que beneficien tanto a los agricultores como a la fauna local.
El Proyecto Olivares Vivos se centra en tres pilares fundamentales: la conservación de la biodiversidad, el desarrollo rural sostenible y la sensibilización ambiental. A través de la creación de "olivares vivos", se fomenta la integración de la agricultura con la conservación. Esto implica la restauración de hábitats naturales, la promoción de la agricultura ecológica y la implementación de técnicas de cultivo que favorezcan la biodiversidad. Por ejemplo, se alienta a los agricultores a mantener cubiertas vegetales entre las hileras de olivos, lo que no solo mejora la salud del suelo, sino que también proporciona refugio y alimento para las aves y otros organismos.
Esta estrategia no está reñida con la calidad ni la rentabilidad económica de estos cultivos, como demuestra una conocida empresa de nuestra provincia que desarrolla este proyecto desde hace más de diez años y ha sido merecedora de numerosos reconocimientos nacionales e internacionales por la calidad de sus productos oleícolas. En nuestra provincia existen ejemplos de estas prácticas en empresas que han logrado una calidad estupenda en los olivos y en los aceites producidos.
Además, el Proyecto Olivares Vivos incluye la realización de talleres y actividades de formación para los agricultores, donde se profundiza en la importancia de la biodiversidad y las aves en sus ecosistemas. Se les muestra cómo ciertas prácticas agrícolas pueden ser beneficiosas no solo para el medio ambiente, sino también para su productividad y rentabilidad a largo plazo. La iniciativa también promueve la creación de redes entre los agricultores para compartir experiencias y buenas prácticas en la gestión sostenible de los olivares.
La sensibilización de la sociedad también es un aspecto clave del Proyecto Olivares Vivos. A través de actividades educativas y campañas de divulgación, se busca crear conciencia sobre la importancia de conservar las aves y sus hábitats en los olivares. Esto no solo ayuda a fomentar un mayor aprecio por la naturaleza, sino que también impulsa el turismo sostenible en la región, beneficiando a las comunidades locales. Por otra parte, la observación de aves y el turismo ornitológico y ambiental también tiene cabida en estos espacios cultivados.
En conclusión, la relación entre las aves y los olivares es un ejemplo notable de cómo la agricultura puede coexistir con la conservación de la biodiversidad. El Proyecto Olivares Vivos de SEO/BirdLife representa un esfuerzo significativo para proteger esta relación, promoviendo prácticas agrícolas sostenibles que beneficien tanto a los agricultores como a las aves. La implementación de este proyecto es un paso crucial hacia un futuro en el que la producción agrícola y la conservación de la naturaleza puedan ir de la mano, garantizando la salud de nuestros ecosistemas y la riqueza cultural de Andalucía.
Miguel Domínguez Santaella
Para más información, consultar el Proyecto Olivares Vivos.
Fuente: Diputación de Málaga.