El antiguo episodio del presidente estadounidense Abraham Lincoln en Cádiz, Ohio, ha cobrado nueva notoriedad, pese a haber ocurrido hace más de un siglo y medio. Según las fuentes históricas, el 14 de febrero de 1861, Lincoln descendió del tren en esta localidad durante el viaje inaugural de la línea ferroviaria entre Springfield y Washington. Allí, al llegar a una venta local, se entregó a una comilona tan opípara que no pudo dirigirse a la multitud congregada para darle la bienvenida. «Estoy demasiado lleno para hablar» fueron las únicas palabras que pronunció, quedando inmortalizadas en la memoria local.
Este curioso hecho resalta la existencia de una ‘otra Andalucía’, compuesta por localidades en todo el mundo que comparten nombres con ciudades y pueblos andaluces. En septiembre pasado, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, propuso establecer lazos de cooperación y conocimiento con estos lugares, en una tribuna publicada en el diario El Mundo. Este llamado a la cooperación coincidió con la conmemoración de los 500 años del comienzo de la Primera Vuelta al Mundo.
Dentro de estos enclaves destaca la Sevilla de Bohol en Filipinas, que fue testigo de la historia durante la expedición de Magallanes y Elcano. Tras la muerte de Magallanes en la cercana isla de Cebú y la quema de la nao ‘Concepción’, Juan Sebastián Elcano tomó el mando de la ‘Victoria’, reviviendo de alguna manera la epopeya del viaje en esta Sevilla filipina. Aunque muy diferentes en muchos aspectos, la Bohol moderna sigue llevando el nombre de Sevilla, y su oferta culinaria, como el famoso adobo, recuerda de alguna manera su herencia española.
En Filipinas también se encuentra el municipio de Jaén en la isla de Luzón, parte de la provincia de Nueva Écija. Sin embargo, la Jaén con más legado histórico parece ser la de Perú, fundada por el jiennense Diego Palomino hace 470 años. Este sitio y otros, como la Nueva Jerez de la Frontera fundada en 1535, representan la nostalgia y el anhelo de los exploradores andaluces de la época.
Los esfuerzos por fortalecer estos vínculos históricos y culturales no se limitan a Asia y América Latina. Por ejemplo, existen múltiples localidades llamadas Málaga, desde Nueva Jersey hasta Papúa Nueva Guinea, donde aparentemente también se celebra el vínculo cultural con la venta de camisetas que proclaman «I Love Málaga».
La segunda ciudad más importante de Argentina, Córdoba, fundada hace casi 450 años por un sevillano, ejemplifica otro caso notable. Esta ciudad, conocida como la Docta, con su marcada vocación cultural y universitaria, alberga una población cuatro veces mayor que su homónima andaluza. A pesar de las diferencias geográficas y climáticas, las dos Córdobas comparten un legado histórico entrelazado.
Siguiendo este espíritu de conexión global, la Junta de Andalucía continúa promoviendo la idea de buscar colaboraciones interculturales y económicas con estas localidades que, aunque distantes, comparten nombres y un fragmento importante de historia andaluza.
Fuente: Junta de Andalucía.