Los incendios forestales en varias regiones de España, incluyendo Castilla y León, Extremadura y Galicia, comienzan a estabilizarse debido a la mejora de las condiciones meteorológicas y los esfuerzos de los equipos de extinción. En Extremadura, el fuego en Jarilla ha sido controlado tras arrasar 17.300 hectáreas, mientras que en Castilla y León, la devastación se extiende por casi 200.000 hectáreas. Galicia sigue preocupado con 88.311 hectáreas calcinadas, principalmente en Ourense. Además, la situación ha dejado un saldo trágico de cinco fallecidos, incluido un hombre que murió en Salamanca al intentar controlar el fuego como voluntario. Autoridades destacan la colaboración interregional e internacional en la lucha contra estos incendios.
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