El candidato principal a la presidencia de Brasil tras el mandato de Lula ha propuesto una reforma fiscal que exonerará de impuestos a diez millones de contribuyentes y reducirá las cargas para otros 16 millones. Esta iniciativa busca aliviar la presión fiscal sobre la clase media y baja, promoviendo así un estímulo económico a través del aumento del consumo. La reforma, que es una de las principales promesas del candidato, se centra en simplificar el sistema tributario y lograr una distribución más equitativa de las obligaciones fiscales, lo que podría marcar un cambio significativo en la política económica del país.
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