En un despliegue cultural inédito, el Museo del Prado celebra estas Navidades con un evento musical que combina arte y espiritualidad. Los icónicos pasillos de la Galería Central se visten de fiesta para albergar a Joyful & The Spirit of New Orleans, un conjunto musical que infunde vida y esperanza a través de la energía del góspel.
Este 19 de diciembre, el renombrado museo ofrecerá a sus visitantes una experiencia sonora única con dos actuaciones gratuitas programadas a las 12:00 y 13:00 horas. Estos breves encuentros musicales actuarán como preludio a un concierto más extenso que se llevará a cabo el 20 de diciembre, para el cual las entradas se han convertido en un bien escaso, pues ya están agotadas.
Joyful & The Spirit of New Orleans, un nombre que evoca tanto alegría como espíritu, se formó en 2005. Su origen es profundamente humanitario: nació de la tragedia y la resiliencia tras el huracán Katrina, uniendo a músicos con el fin de apoyar a sus compañeros y a las familias afectadas. Desde entonces, su música ha sido un testimonio vivo de solidaridad, realizando conciertos benéficos en todo el mundo.
Bajo la dirección de Jan Randolph, cuya carrera vocal comenzó a la precocidad de los tres años, el grupo se ha consolidado en el panorama musical internacional. Joyful tomó su primer gran impulso en 1980, debutando en The New Orleans Jazz and Heritage Festival, un punto de encuentro de la cultura musical global. En los años 90, su fusión de Rhythms & Blues resonó en Hollywood, cimentando su influencia en la escena musical.
Con una trayectoria que abarca actuaciones en más de mil ciudades europeas, Joyful mantiene vivo un legado de grabaciones que trasciende fronteras. En esta ocasión, la conexión entre música, historia y comunidad hace de su presentación en el Museo del Prado una cita ineludible y memorable, enriqueciendo el espíritu navideño con cadencias que hablan de esperanza y renovación.
El impacto cultural de este evento refuerza la misión del Museo del Prado de ser no solo un custodio del arte visual, sino también un espacio donde convergen diversas formas de expresión que tocan el alma. En un momento en que el mundo enfrenta sombras e incertidumbres, la luz del góspel promete ofrecer un respiro de fe y una melodía de esperanza.
