El chavismo ha acusado a la oposición venezolana de utilizar los fondos que se encuentran bloqueados en el exterior para financiar actividades conspirativas en contra del gobierno y para su propio enriquecimiento personal. Según el oficialismo, estos recursos, que han sido congelados como parte de las sanciones internacionales, están siendo desviados para alimentar acciones desestabilizadoras y llenar los bolsillos de sus líderes. Esta afirmación se suma a las tensiones políticas existentes en el país, donde la pugna por el control de dichos fondos sigue siendo un punto álgido en medio del debate sobre la legitimidad y transparencia de su manejo.
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