El juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, ha ordenado la suspensión de la red social X, anteriormente conocida como Twitter, como represalia por no designar un representante legal en el país. La Agencia Nacional de Telecomunicaciones tiene 24 horas para aplicar la medida, y las tiendas online de Apple y Google deberán retirar la aplicación en cinco días. Además, se imponen multas diarias de hasta 50.000 reales contra quienes intenten sortear la prohibición. La empresa de Elon Musk, ya bajo presión por multas de 18 millones de reales por no eliminar contenido, afirmó que no cumplirá con «órdenes ilegales para censurar a opositores políticos». Musk ha criticado duramente a De Moraes y al gobierno brasileño, calificándolos de represores y acusándolos de querer silenciar la verdad.
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