El auge de los juegos online ha introducido nuevos riesgos para la privacidad, destacándose la suplantación de identidad, que no solo conlleva implicaciones penales, sino también fiscales. En España, muchos se sorprenden al encontrarse con ganancias de juegos online en su declaración de la renta que jamás obtuvieron.
La Agencia Tributaria (AEAT) permite a los ciudadanos verificar sus datos fiscales, que incluyen ganancias de juegos de azar online, basándose en la información que las plataformas de juego deben informar. Sin embargo, cuando alguien utiliza una identidad falsa para apostar, la carga de la prueba recae sobre el contribuyente afectado, quien debe demostrar su inocencia.
Para abordar este problema, se creó el PACS (Protocolo de Actuación para Contribuyentes Suplantados), gestionado por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ), que se estructura en cinco complejos pasos.
El primer paso requiere obtener un certificado anual de movimientos de juego, accesible mediante identificación digital. Con este documento, la víctima debe presentar una denuncia formal ante la policía, especificando su relación con el protocolo PACS. Luego, hay que contactar a las plataformas donde se realizaron los movimientos fraudulentos para obtener certificados de actividad y cierre de cuenta.
Una vez recopilada la documentación, se debe ampliar la denuncia original aportando los nuevos hallazgos. La etapa final del proceso implica comunicar toda la documentación a la AEAT, ya sea durante la campaña de la renta o si un expediente ya está en curso por ganancias no declaradas.
Pese a la existencia de este protocolo, el proceso es complejo y puede ser confuso, especialmente para aquellos sin familiaridad con la administración digital. Mientras tanto, la responsabilidad fiscal recae sobre la víctima, quien debe actuar rápidamente para evitar sanciones o embargos.
La DGOJ ofrece un servicio gratuito, Phishing Alert, que notifica a los ciudadanos si sus datos se usan en plataformas de juego, recomendando además utilizar contraseñas seguras y no compartir información personal.
Para resolver dudas específicas sobre el PACS, existen direcciones de correo habilitadas para su consulta, aunque el acceso y el manejo de estos protocolos siguen presentando retos significativos.
En definitiva, este problema de suplantación de identidad en juegos online no es solo una cuestión de ciberseguridad, sino una seria preocupación fiscal. Aunque hay mecanismos de protección, el camino es tortuoso y está cargado de responsabilidades desproporcionadas para las víctimas. Es crucial que la administración simplifique los protocolos y brinde un apoyo más eficaz a quienes sufren por estos delitos.
