Carlos Mazón, presidente de la Generalitat Valenciana, abandonó la Casa de las Brujas en Alicante, un conocido bastión del Partido Popular, tras un fin de semana de intensas reuniones con su equipo de confianza. Acompañado por Macarena Montesinos, Mazón trabajó en estrategias para enfrentar la crisis política provocada por la gestión de la DANA en Valencia, en medio de presiones para que dimita. Durante su encierro, mantuvo una constante comunicación con Alberto Núñez Feijóo, alineándose estrechamente en las acciones a seguir. Esta colaboración ha sido vital para resistir el embate político de la izquierda, que busca su destitución.
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