A un día de las elecciones en Estados Unidos, se vive una fuerte tensión ante el temor de posibles disturbios, con medidas de seguridad extremas como francotiradores y drones en los colegios electorales y un significativo aumento de fuerzas policiales, especialmente en lugares críticos como Maricopa, Arizona. La retórica del expresidente Donald Trump, quien acusa sin pruebas a los demócratas de planear robar las elecciones, agrega combustible al clima de inseguridad. Mientras tanto, las autoridades y las oficinas electorales se preparan para proteger el proceso frente a amenazas y posibles actos de violencia, en un esfuerzo por asegurar que todos puedan votar y trabajar alrededor de las urnas sin problemas.
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