El sistema de cables submarinos Medusa, gestionado por AFR-IX Telecom, ha dado un paso crucial en su expansión mediterránea con su primer amarre en Marsella. Esta incorporación marca el punto de partida para lo que promete ser una transformación significativa en las comunicaciones entre Europa y África. El proyecto conecta inicialmente Marsella con Bizerta en Túnez y Nador en Marruecos, con llegadas programadas entre octubre y diciembre. Se espera que la primera fase esté operativa a principios de 2026, con una expansión durante ese año.
Norman Albi, CEO de AFR-IX Telecom, destacó la importancia de Marsella como centro digital en Europa, subrayando que este proyecto establecerá nuevos vínculos de comunicación esenciales entre los dos continentes.
El sistema Medusa, concebido como una red neutral e independiente, conectará 12 países, incluyendo Portugal, España, Italia y Egipto, con un total de 19 puntos de amarre. Su diseño facilita rutas entre el Atlántico y el mar Rojo, diversificándose hacia Asia y África oriental. Con más de 8.700 km de longitud, hasta 24 pares de fibra y una capacidad de 20 Tbit/s por par, Medusa pretende minimizar la latencia y ofrecer redundancia frente a fallos, además de soportar el crecimiento de tecnologías como la IA y el 5G/6G.
La elección de Marsella como punto de amarre responde a su posición estratégica como hub de cables y datos en Europa, lo que facilita la interconexión y reduce el tiempo de llegada al mercado. La ejecución de Medusa representa una inversión de aproximadamente 342 millones de euros, con apoyo financiero de la Unión Europea y el Banco Europeo de Inversiones, subrayando su relevancia estratégica.
El impacto del proyecto promete ser significativo para redes, cloud e inteligencia artificial, ofreciendo baja latencia y capacidad elástica. El modelo de acceso abierto del sistema permite a los operadores adquirir capacidad sin depender de un solo proveedor, promoviendo la competencia y resiliencia en el sector.
Con la culminación de este primer amarre se inicia la materialización de un nuevo corredor de interconexión, que busca posicionarse como un elemento crucial en la conectividad entre Europa y África. Con miras a 2026, el despliegue progresivo de Medusa promete redefinir las comunicaciones en la región.