La reciente inauguración de la exposición ‘Memoria gráfica de la emigración y el retorno de Andalucía’ en el Centro de Interpretación de Emigrantes y Retornados de Andalucía (CIERA), integrado en el Museo de la Autonomía en Coria del Río (Sevilla), ofrece una mirada reveladora a un significativo capítulo de la historia contemporánea. La muestra, comisariada por el historiador Rafael Jurado Arroyo, cubre las décadas de 1950, 1960 y 1970, un período durante el cual aproximadamente dos millones de españoles, 700.000 de ellos andaluces, buscaron nuevas oportunidades fuera del país.
La exposición destaca la dispersión de los andaluces en países como Francia, Bélgica, Alemania y Suiza, así como en diversas regiones de Hispanoamérica. A través de 80 fotografías y 30 documentos, organizados en cuatro secciones temáticas: esfuerzo y voluntad; familia y convivencia; compromiso social y ocio y añoranza, los visitantes pueden explorar las experiencias personales de estos emigrantes.
Las imágenes, muchas de ellas tomadas por los mismos protagonistas, reflejan la integración, el trabajo arduo y la vida social en sus nuevos hogares, mientras que registran un constante anhelo por la tierra que dejaron atrás. La exposición, organizada por la Secretaría General de Acción Exterior y la Dirección General de Andalucía Global, en colaboración con la Federación Andaluza de Emigrantes y Retornados (FEAR) y la Fundación CENTRA, es un testimonio viviente del proceso migratorio andaluz.
Durante la inauguración, tanto el viceconsejero de Turismo, Víctor González, como el director general de Andalucía Global, Jorge Vázquez, subrayaron el valor de este evento como reconocimiento de la emigración y el retorno en la historia de Andalucía. Resaltaron cómo la exposición documenta la influencia global de los andaluces y su contribución a las sociedades y economías de su tierra de origen. Las historias plasmadas en esta muestra son un homenaje a la valentía y el espíritu inquebrantable de aquellos que cruzaron fronteras en busca de un futuro mejor, situándose, así, como un símbolo de la resiliencia y la riqueza cultural de Andalucía.
Fuente: Gobierno al día de Andalucía.