Microsoft enfrenta un desafío significativo en su intento por reducir la dependencia de los chips de inteligencia artificial de NVIDIA. Según un informe reciente, el desarrollo del chip propietario de IA de Microsoft, conocido como Braga, se ha retrasado hasta 2026. Además, los primeros resultados de rendimiento de Braga no cumplen con las expectativas, quedando por detrás de la arquitectura Blackwell de NVIDIA, presentada en 2024 y considerada la referencia actual en el sector.
A pesar de los recursos invertidos y el tiempo dedicado al proyecto, el camino hacia la independencia tecnológica ha demostrado ser complejo para Microsoft. Empresas como Google y Amazon ya han desarrollado sus propios chips para centros de datos, mientras que Microsoft aún no logra superar el dominio de NVIDIA en este campo. La inversión en investigación y desarrollo ha sido elevada, y los múltiples ajustes necesarios en el diseño del chip han contribuido a este retraso.
Jensen Huang, CEO de NVIDIA, ha defendido la posición de su compañía en el mercado, afirmando que seguirán siendo líderes gracias a su rendimiento y escalabilidad superior. Sus comentarios destacan el desafío que representa para Microsoft competir con NVIDIA, cuya ventaja en hardware y software sigue siendo sólida.
Microsoft, sin embargo, no abandona su apuesta y continúa trabajando en Braga como parte de un plan estratégico más amplio que incluye otros desarrollos tecnológicos. A pesar de los contratiempos, la compañía busca fortalecer su oferta en la nube de IA, especialmente en Azure.
La gran incógnita es si, para 2026, Braga logrará tener un impacto significativo en un mercado que está en constante evolución y en el que NVIDIA podría haber avanzado aún más. Para tener éxito, Microsoft no solo necesita un chip competitivo, sino también desarrollar un ecosistema robusto de software y herramientas para desarrolladores. La carrera continúa, pero la superioridad actual de NVIDIA se mantiene sin una amenaza inminente.
