En un controversial discurso durante el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, el presidente argentino Javier Milei generó rechazo al admitir el derecho de los habitantes de las islas a elegir su nacionalidad, desviándose de la histórica postura argentina de soberanía sobre el archipiélago. Milei, quien no asistió al acto principal en Tierra del Fuego, optó por un evento en Buenos Aires, donde vinculó la soberanía con una visión liberal del Estado y manifestó su deseo de que los malvinenses quieran ser argentinos. La propuesta ha sido criticada por políticos de distintos sectores, quienes la consideran una traición a la causa nacional y un acercamiento al Reino Unido que desconoce el legado de la guerra de 1982.
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