El mundo católico se despide del Papa Francisco en un funeral innovador celebrado en la Plaza de San Pedro, rompiendo con tradiciones vaticanas. Presidido por Giovanni Battista Re, la ceremonia inicia el «novendiale», nueve días de duelo oficial. Francisco, quien falleció debido a un ictus, dejó instrucciones para un funeral austero, eliminando elementos tradicionales como los tres ataúdes o el catafalco elevado. El Pontífice será enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor en lugar de las Grutas Vaticanas. Asisten líderes globales como Antonio Guterres, Donald Trump, y Volodímir Zelenski. La misa incluirá homilías y oraciones universales en varios idiomas. El rostro del Papa fue cubierto con un velo blanco antes del cierre del ataúd. Desde su muerte, 250,000 fieles se han despedido de él en la Basílica de San Pedro.
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