El reciente acuerdo para reiniciar las relaciones entre el Reino Unido y la Unión Europea tras el Brexit enfrenta desafíos, especialmente en el sector pesquero. Aunque desde Europêche aplauden la extensión hasta 2038 del acceso recíproco a caladeros británicos, la letra pequeña aún está por definir. Javier Garat de Cepesca valora el acuerdo por su estabilidad y beneficios mutuos, destacando que buena parte de la flota británica exporta sus capturas al mercado europeo. Sin embargo, en el Reino Unido hay descontento; la Federación Nacional de Organizaciones de Pescadores critica la prórroga del acceso europeo a sus aguas. A pesar de ello, la industria escocesa, especialmente el sector del salmón, ve potencial en el acceso más fluido a mercados europeos, lo que podría abrir nuevas oportunidades para los productores locales.
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