En medio de las protestas más grandes en años en Marruecos, encabezadas por la Generación Z contra la desigualdad, el rey Mohamed VI ofreció su primer discurso, omitiendo respuestas directas a las manifestaciones y llamando a los políticos a ser más diligentes en la búsqueda de justicia social. En su discurso ante el Parlamento, enfatizó la necesidad de una mayor equidad entre regiones y de evitar la competencia entre proyectos emblemáticos y programas sociales. A pesar de las demandas de reformas estructurales en salud, educación y empleo por parte de los jóvenes, Mohamed VI no presentó medidas concretas. La movilización juvenil solicita un gobierno más responsable y una reducción de la corrupción, mientras el descontento sigue creciendo, subrayando la desconfianza en las instituciones.
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