El esperado mano a mano con Juan Ortega se vio opacado por la falta de calidad en el ganado, a pesar de que un notable toro de Domingo Hernández logró destacar. Este contraste entre las expectativas generadas y la realidad de la lidia dejó a los aficionados insatisfechos, ya que el potencial brillantez de la jornada fue insuficiente para redondear la actuación. La cita, que prometía ser un espectáculo taurino memorable, terminó afectada por estas circunstancias.
Leer noticia completa en El Mundo.