Septiembre se presenta como un mes crucial para los amantes de la jardinería, ya que ofrece una oportunidad única para multiplicar plantas a través de esquejes. Este método no solo permite ampliar la colección botánica, sino también preparar el jardín para la próxima temporada.
Comenzando la lista, el geranio es una opción destacada por su facilidad de propagación. Un simple corte de diez centímetros en un vaso de agua puede dar lugar a una nueva planta que florecerá en primavera.
El coleus sigue en importancia. Con su vibrante paleta de colores, esta planta se propaga fácilmente y añade un toque de color al jardín.
Las suculentas, adaptadas a climas cálidos, son perfectas para los esquejes. Un pequeño trozo de hoja o tallo, adecuadamente secado, puede generar una nueva planta.
La hiedra, ideal para cubrir muros y pérgolas, se multiplica rápidamente al tomar esquejes de tallos sanos, ayudando a crear una exuberante vegetación.
El jazmín, valorado por su fragancia, también es ideal para esquejes. Estos pueden colocarse en agua y, en breve, comenzarán a crecer, añadiendo aroma al entorno.
Las lavandas son apreciadas por su resistencia y aroma embriagador. Sus tallos cortados en esta época del año pueden florecer el próximo verano, aportando color y fragancia.
Por su parte, los rosales requieren un poco más de cuidado, pero el proceso de multiplicación por esquejes puede resultar en espectaculares floraciones futuras.
Las aromáticas como el romero y la salvia no solo embellecen el jardín, sino que también ofrecen sabores frescos para la cocina. Estas plantas se prestan bien a la propagación por esquejes.
Finalmente, la menta y el orégano son plantas agradecidas en este aspecto, ya que su fácil crecimiento asegura futuras cosechas sencillas.
Con temperaturas más templadas y menos luz solar, septiembre asegura que estos esquejes se enraícen eficazmente. Este es el momento perfecto para que los jardineros avancen un paso hacia el próximo ciclo, combinando creatividad y dedicación en sus labores.