NVIDIA ha decidido tomar cartas en el asunto de las restricciones comerciales entre Estados Unidos y China mediante el lanzamiento de una edición especial de su arquitectura Blackwell, adaptada específicamente al mercado chino. Este nuevo modelo, que podría llevar el nombre NVIDIA 6000D o B40, está programado para entrar en producción masiva en julio, con un costo aproximado de 7,000 dólares por unidad.
La nueva GPU se diferencia de sus predecesoras al utilizar memoria GDDR7 en lugar de HBM, lo que le permite mantener un alto rendimiento, alcanzando un ancho de banda estimado de 1,7 TB/s. Esto es crucial para cumplir con los límites impuestos por las regulaciones estadounidenses en la exportación de hardware de alto rendimiento hacia China. Asimismo, mantendrá la compatibilidad con CUDA, asegurando su incorporación en las infraestructuras de inteligencia artificial ya existentes en el país asiático. Además, la velocidad del bus NVLink será de 550 GB/s por dirección, lo cual está diseñado para escalar en sistemas multi-GPU.
Según fuentes, NVIDIA planea distribuir hasta un millón de unidades de este nuevo modelo antes de que finalice el año. Esto coincide con el anuncio de Jensen Huang, CEO de NVIDIA, quien en Computex 2025 comentó que el modelo H20 ya no sería viable para el mercado chino debido a la imposibilidad de adaptación a las restricciones estadounidenses. La nueva versión Blackwell se presenta entonces como la alternativa definitiva.
Este movimiento estratégico llega en un contexto de tensión comercial, donde NVIDIA ha visto una reducción significativa en su cuota de mercado en China. En solo un año, la participación de NVIDIA ha caído del 90% a cerca del 50%. El 6000D/B40 está diseñado para optimizar modelos de lenguaje de gran tamaño y tareas de inferencia y entrenamiento a gran escala.
Este modelo puede marcar un hito en la estrategia de NVIDIA para mantenerse competitiva en el mercado chino bajo un marco legal complejo. A la espera de más detalles oficiales sobre especificaciones y disponibilidad, está claro que la competencia tecnológica entre Estados Unidos y China sigue vigente, y NVIDIA busca no quedarse atrás.
