NVIDIA enfrenta un retraso en la producción de su próxima generación de hardware de inteligencia artificial, conocida como Rubin. El rediseño de esta línea, motivado por la próxima serie Instinct MI450 de AMD, podría atrasar el lanzamiento entre cuatro y seis meses, según un informe de Fubon Research.
El desafío proviene de las especificaciones avanzadas de las GPU de AMD, que incluirán hasta 432 GB de memoria HBM por unidad y una arquitectura modular con Infinity Fabric sobre Ethernet. Estas características prometen facilitar el despliegue en centros de datos, ofreciendo una mayor capacidad y eficiencia que NVIDIA busca igualar con Rubin.
Este cambio de estrategia afectará el volumen de producción de Rubin en 2026, repitiendo situaciones vividas con el modelo Blackwell Ultra. La disposición de NVIDIA sugiere un intento por enfrentar a AMD cabeza a cabeza, coincidiendo el lanzamiento de Rubin con el de los MI450.
El mercado de hardware para inteligencia artificial está en plena transformación, con AMD avanzando en capacidad de memoria y modularidad. Mientras NVIDIA ajusta sus planes, ambas compañías se preparan para una intensa competencia donde el rendimiento y la escalabilidad definirán el liderazgo.
La evolución de Rubin podría ser clave en esta carrera, ya que cada avance tecnológico se traduce en oportunidades para contratos valiosos en un sector que demanda eficiencia y capacidad de respuesta. Ambos gigantes tecnológicos parecen dispuestos a redefinir el futuro del procesamiento en inteligencia artificial.
