Oracle, una de las gigantes tradicionales de las bases de datos empresariales, está consolidando su posición en el competitivo mundo del cloud computing. Un reciente informe de Bernstein Research sitúa a la empresa como el cuarto mayor proveedor de infraestructura en la nube a nivel mundial, gracias a un notorio crecimiento de su Oracle Cloud Infrastructure (OCI) y su enfoque estratégico en inteligencia artificial.
La firma ha elevado el precio objetivo de las acciones de Oracle a 308 dólares, con un posible incremento del 22% sobre su valor actual. La confianza del mercado en su transformación se refleja en un aumento de más del 51,5% de sus acciones en lo que va de 2025.
Un hito crucial en su evolución ha sido el acuerdo multianual con OpenAI. Este contrato posicionará a Oracle como un proveedor clave de infraestructura para los innovadores modelos de lenguaje, estimándose que podría generar ingresos de más de 30.000 millones de dólares en la nube para 2028, contribuyendo significativamente a la meta de ingresos de 104.000 millones de dólares para 2029.
La transformación hacia un negocio centrado en la nube presenta desafíos financieros. Mark Moerdler, analista de Bernstein, advierte sobre la posible compresión de márgenes brutos a corto plazo debido a las significativas inversiones para escalar OCI y competir con gigantes como AWS, Microsoft Azure y Google Cloud.
Pese a estas presiones, Oracle confía en su capacidad para mejorar la rentabilidad a medida que aumenta su volumen de negocio. Históricamente, la empresa ha demostrado su eficiencia y capacidad para generar valor sostenido para los accionistas.
A diferencia de AWS o Azure, Oracle busca competir en áreas específicas donde puede ofrecer ventajas diferenciadoras, como servicios optimizados para cargas de trabajo intensivas en datos y modelos de inteligencia artificial. Su alianza con NVIDIA, para implantar GPUs avanzadas en su infraestructura cloud, fortalece su oferta en el ámbito de la IA generativa.
Oracle está desplegando regiones cloud soberanas y zonas dedicadas para atraer a sectores públicos y clientes con alta regulación. Su expansión en Europa, América Latina y Asia está ganando terreno frente a proveedores tradicionales, gracias a un modelo de costes predecible y su compatibilidad con estándares abiertos.
Bernstein prevé que Oracle podría duplicar su base de clientes empresariales en los próximos tres años, consolidando su lugar entre los «cuatro grandes» del sector. La combinación de contratos estratégicos, como el de OpenAI, una estrategia de crecimiento enfocada en cargas críticas, alianzas con tecnológicas clave y su rápida expansión global, perfilan a Oracle como una potencia en el ámbito del cloud computing.
Oracle ya no es solo un referente en bases de datos. Se ha convertido en una fuerza emergente en la infraestructura cloud global, posicionándose como un actor estratégico en el ecosistema tecnológico centrado en inteligencia artificial. En un mercado que valora la especialización y la eficiencia, su enfoque podría ser una de las revelaciones más rentables de la década.