A partir del 26 de abril, Palma implementa una nueva ordenanza cívica, sancionando con hasta 750 euros a conductores de patinetes sin casco ni seguro. La normativa, apoyada por PP y Vox, busca reducir conductas incívicas, imponiendo multas de hasta 3,000 euros por vandalismo. Se prohíbe la publicidad no autorizada y actos como orinar en público. Los patinetes no podrán circular en ciertas áreas y requerirán seguro mínimo de 120,000 euros. Además, regula el consumo de alcohol en la vía pública y establece normas para visitas turísticas y autocaravanas, eximiendo a personas en exclusión social de sanciones económicas. Las modificaciones permiten mayor flexibilidad en grupos turísticos y responsabilizan a locales de comida de mantener la limpieza en su entorno.
Leer noticia completa en OK Diario.