El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, abordó la situación en Venezuela ante la Asamblea General de la ONU, condenando cualquier detención o amenaza contra líderes políticos y defendiendo la verificación electoral. Sin embargo, se evidenció la permisividad del gobierno español cuando Edmundo González fue coaccionado por Delcy y Jorge Rodríguez en la residencia del embajador español en Caracas para firmar su renuncia. Sánchez evitó mencionar este incidente en su discurso, centrando su intervención en destacar conflictos globales, la guerra en Ucrania, el conflicto palestino-israelí y la necesidad de un desarrollo sostenible. Recalcó la importancia de proteger las instituciones democráticas y fomentar la transparencia y rendición de cuentas.
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