El presidente de Colombia, Gustavo Petro, ha condenado enérgicamente el ataque de Estados Unidos a una lancha venezolana, en el que murieron 11 personas. Mientras Nicolás Maduro guarda silencio, Petro calificó el acto como un asesinato y subrayó que las víctimas suelen ser jóvenes pobres y no grandes capos del narcotráfico. Colombia, líder pro tempore de la Celac, ha organizado una respuesta regional contra lo que perciben como una intimidación de Estados Unidos hacia Venezuela, que despliega una fuerte presencia militar en el Caribe. La canciller Rosa Villavicencio llamó a resolver los problemas regionales sin intervención externa, subrayando que América Latina es tierra de paz. En paralelo, el ministro de Comunicación venezolano, Freddy Ñáñez, cuestionó la autenticidad del video divulgado por Estados Unidos, alegando que fue manipulado con inteligencia artificial.
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