Un análisis de sangre a 24 altos cargos políticos de 19 países de la UE ha revelado que más de la mitad presenta niveles «preocupantes» de PFAS, sustancias químicas conocidas como «tóxicos eternos» que podrían ser riesgosas para la salud. El estudio, liderado por el ministro danés de Medio Ambiente, Magnus Heunicke, en colaboración con la Oficina Europea de Medio Ambiente, busca resaltar la exposición generalizada a estos compuestos. Los PFAS, utilizados en productos como ropa y cosméticos, son altamente persistentes y están asociados con problemas de salud. Aunque algunos están regulados en la UE, su presencia en el entorno persiste, y Dinamarca junto con otros países ha propuesto restricciones más estrictas. El experimento refleja que los «tóxicos eternos» afectan por igual a ciudadanos y líderes políticos, subrayando la urgencia de una legislación más sólida.
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