En la antesala del Día Mundial de la Diabetes, Alfredo Yoldi, un endocrinólogo de la Policlínica Gipuzkoa, ha dado la voz de alarma sobre el creciente incremento de esta enfermedad, especialmente entre los jóvenes. Este fenómeno observacional adquiere una relevancia especial si se considera que en las últimas cuatro décadas la prevalencia de la diabetes se ha cuadruplicado. En regiones como Euskadi, uno de cada diez adultos está afectado, mientras que a nivel nacional el 13,8% de los españoles lidian con esta enfermedad crónica, lo que representa alrededor de 5,3 millones de personas.
En un análisis detallado, Yoldi enumera varios factores como causantes de esta tendencia ascendente. La obesidad, el sedentarismo y una dieta inadecuada son algunas de las características del estilo de vida moderno que contribuyen significativamente al desarrollo de la diabetes. A estos, se suma la predisposición genética, cuya incidencia se magnifica cuando se entrelaza con otros factores de riesgo, como el exceso de peso y la falta de actividad física.
La diabetes se manifiesta en distintas formas: la tipo 2, comúnmente vinculada a la genética y un estilo de vida inactivo; la diabetes gestacional, particular del embarazo; y la tipo 1, de origen autoinmune y predominante en jóvenes y niños. También puede surgir debido a complicaciones pancreáticas o como efecto secundario de tratamientos médicos específicos, como el uso prolongado de corticoides.
Yoldi puntualiza que síntomas como sed excesiva, micciones frecuentes, pérdida de peso sin razón aparente y una mayor propensión a infecciones son señales de alerta. Para un diagnóstico certero, recomienda realizar pruebas de glucosa en ayunas y medir la hemoglobina glicosilada, asegurando que esta última supere los 110 mg/dl y 126 mg/dl, respectivamente, para confirmar la presencia de diabetes.
El manejo eficaz de la enfermedad requiere un enfoque integral que combine una dieta saludable con la práctica regular de ejercicio. Evitar carbohidratos de absorción rápida y preferir aquellos que contengan más fibra, como el pan integral y las verduras, son pasos fundamentalmente dietéticos. La actividad física, a su vez, es indispensable para regular los niveles de glucosa. Para deportistas, consumir carbohidratos complejos antes de entrenar ayuda a mantener los niveles de glucógeno necesarios. Además, el tratamiento médico, incluidas las inyecciones de insulina, es crucial para el control glucémico.
En una metáfora ilustrativa, Yoldi compara el control de los niveles de glucosa en sangre con el consumo de vino, sugiriendo que mientras sea en moderación, puede ser beneficioso; pero en exceso, se convierte en un riesgo. Advierte sobre las posibles complicaciones a largo plazo de un mal manejo de la diabetes, que puede perjudicar órganos esenciales como la retina, los riñones y el sistema cardiovascular. No obstante, con educación, prevención y el tratamiento correcto, los pacientes pueden mejorar sustancialmente su calidad de vida.
El especialista utiliza el marco del Día Mundial de la Diabetes para enfatizar la necesidad de aumentar la conciencia sobre la enfermedad. Aprovechar este día para promover hábitos de vida más saludables es clave para disminuir la incidencia de la diabetes y sus complicaciones dentro de la sociedad.