Spotify, conocida por su vasta selección musical, enfrenta críticas por su uso de algoritmos e impulsos comerciales que influyen en lo que los oyentes seleccionan. Dos libros recientes, uno de Glenn McDonald y otro de Liz Pelly, revelan diferentes perspectivas sobre la compañía, coincidiendo en advertir sobre la dependencia de las listas generadas por la plataforma. McDonald destaca cómo la industria se ha transformado económicamente con el auge del streaming, mientras que Pelly critica la estrategia de Spotify de tratar la música como un producto comercial, incluyendo prácticas que favorecen contenido musical producido en masa. Además, la plataforma ofrece a los artistas oportunidades de promoción a cambio de menores ingresos, semejantes a prácticas históricas cuestionadas en la industria. El impacto del streaming ha replanteado la dinámica financiera y creativa del sector musical, beneficiando a las grandes discográficas y transformando a los músicos en generadores de contenido constante para mantener relevancia en un mercado saturado.
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