El regreso de «Jimmy Kimmel Live!» a la televisión estadounidense superó expectativas, logrando más de 6,3 millones de espectadores a pesar de un boicot de grandes cadenas locales. Este retorno se produjo tras una semana de suspensión por un comentario sobre el asesinato del líder MAGA Charlie Kirk, lo que desencadenó protestas en favor de la libertad de expresión. Durante su monólogo inicial, Kimmel bromeó sobre sus críticas y agradeció el apoyo recibido. Las cifras de audiencia fueron destacables, especialmente entre adultos jóvenes, y el programa fue un éxito tanto en televisión en directo como en plataformas digitales. La controversia subrayó la importancia de la libertad de expresión y la reacción masiva de la comunidad cultural a su suspensión.
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