Una joven de 18 años, condenada a cadena perpetua en un país árabe por recoger un paquete de droga, ha regresado a Barcelona después de recibir un indulto del sultán, gestionado por el Gobierno español. Inicialmente se le ofreció conmutar su sentencia por la pena capital, una opción que consideró. Su liberación se produjo tras intensas gestiones diplomáticas, resaltando el papel esencial de las autoridades en la resolución de este caso internacional.
Leer noticia completa en El Mundo.
