Decenas de obispos han exigido la renuncia de un alto líder religioso involucrado en un escándalo de abuso de menores, relacionado con John Smyth, un abogado de renombre que ya falleció y que financiaba campamentos cristianos para niños. La creciente presión se debe a la complicidad percibida del líder en el encubrimiento de estos abusos, lo que ha sacudido a la comunidad religiosa y ha intensificado el llamado a la rendición de cuentas dentro de la institución.
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