Con el arranque del nuevo curso académico, muchos estudiantes universitarios se encuentran en la búsqueda de una vivienda temporal. Este tipo de alquiler, conocido como «arrendamiento por temporada», resulta ideal para estudiantes, personas en proyectos temporales o vacaciones, ya que permite acordar una duración específica del contrato sin un límite fijo. Esta duración, crucial en este tipo de contratos, debe especificarse claramente, junto con el objetivo temporal del arrendamiento, como define la Dirección General de Consumo.
Para asegurar un alquiler seguro, se recomienda a los usuarios realizar una pesquisa exhaustiva sobre la vivienda, incluyendo visitas y análisis detallados de precios y condiciones. En caso de encontrarse precios sospechosamente bajos, se aconseja precaución ante posibles desperfectos o fraudes.
El pasado 1 de julio, se implementó una nueva normativa con el fin de regular y transparentar los arrendamientos de corta duración, mediante el Registro Único de Arrendamientos y la Ventanilla Única Digital. Este sistema digital garantiza que las propiedades cumplan con las obligaciones legales y fiscales necesarias.
Para los inquilinos, es importante acordar el precio del alquiler y posibles garantías adicionales, además de conservar todos los justificantes de pago. En contratos gestionados por agencias inmobiliarias, los arrendatarios deben recibir una copia del Documento Informativo Abreviado de la vivienda.
La Ley de Arrendamientos Urbanos establece una fianza de dos meses de renta para estos contratos temporales, la cual debe depositarse en el organismo correspondiente de la Administración Autonómica, como la Agencia de Vivienda y Rehabilitación de Andalucía en esa comunidad.
Este marco regulador y las recomendaciones buscan brindar seguridad y claridad tanto a arrendadores como a arrendatarios en un entorno cada vez más dinámico y temporal.
Fuente: Junta de Andalucía.
