Un dueño de restaurante se quedó perplejo cuando tres de diez personas que hicieron una reserva llevaron sus propias ensaladas compradas en un supermercado cercano, mientras los otros siete pedían del menú. La anécdota, viral en TikTok, plantea un debate sobre el respeto hacia el sector hostelero. Aunque el restaurante decidió no armar un escándalo, la situación destaca los límites del comportamiento aceptable. El dueño remarca que, si bien estas acciones no son ilegales, sí quebrantan normas de cortesía y respeto, sugiriendo que el derecho de admisión podría usarse en tales casos.
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