Los ministros de Pesca de la UE lograron un acuerdo unánime para 2025, que reducirá en un 66% el esfuerzo pesquero de los arrastreros en el Mediterráneo español y francés. Este acuerdo surge tras la propuesta inicial de la Comisión Europea, que buscaba un recorte del 79%, frente a lo cual España expresó su firme oposición. A pesar de la reducción, se implementará un mecanismo de compensación para mitigar el impacto económico, al tiempo que se espera que las prácticas pesqueras se vuelvan más sostenibles. Según el comisario europeo de Pesca, esto permitirá mantener las poblaciones de peces en niveles sostenibles y proteger el entorno marino. Sin embargo, líderes del sector pesquero critican el acuerdo, advirtiendo que la viabilidad económica está en riesgo, y destacan la necesidad de financiamiento para adaptar las técnicas de captura.
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