Una reciente investigación ha revelado preocupantes prácticas dentro de más de 80 agencias de aplicación de la ley en Estados Unidos, que han utilizado lenguaje estigmatizante contra la comunidad romaní al emplear la red nacional de lectores automáticos de matrículas Flock Safety. Los registros de auditoría analizados muestran que, entre junio de 2024 y octubre de 2025, se realizaron búsquedas con términos como «roma» y «g*psy», sin asociarlos a delitos específicos.
El uso de este lenguaje racista refleja una problemática en las prácticas policiales actuales que perpetúan el racismo anti-Roma. Este tipo de búsqueda criminaliza sin fundamento a grupos étnicos, deshumanizando a sus integrantes. Algunas agencias llevaron a cabo búsquedas relacionadas con «estafas g*psy» y «robos romani», términos que no tienen equivalencia legal y carecen de relevancia en investigaciones criminales.
Desde 2020, el gobierno de EE. UU. ha reconocido el «racismo anti-Roma», sin embargo, muchas agencias no han clasificado estas búsquedas como inadecuadas, lo que evidencia una falta de supervisión y rendición de cuentas. Aunque algunos departamentos reconocen que el lenguaje es inadecuado, otros justifican sus búsquedas, sugiriendo una normalización de estas prácticas racistas.
Expertos advierten que tecnologías de vigilancia como Flock amplifican estos problemas, permitiendo que los prejuicios se traduzcan en prácticas discriminatorias. Se aboga por auditorías exhaustivas y restricciones en el intercambio de datos para evitar abusos contra grupos marginados.
