Investigadores del Departamento de Agronomía de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Agronómica de la Universidad de Sevilla han logrado un avance significativo en el cultivo de olivos de mesa al demostrar que es posible aplicar un riego deficitario controlado y ahorrar hasta el 50% del agua sin perjudicar la producción. Este hallazgo refuta la creencia previa de que el estrés hídrico en las plantaciones superintensivas comprometía la calidad de los productos. Los expertos del grupo de investigación ‘HidroSOS’ han demostrado que las aceitunas de la variedad Manzanilla de Sevilla pueden mantener sus características físicas tradicionales, como el peso y tamaño del hueso, bajo estas condiciones controladas.
El estudio, respaldado por la Consejería de Universidad, Investigación e Innovación y el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), podría permitir a los agricultores reducir significativamente el uso de agua, un recurso valioso en el cultivo de olivos superintensivos. Este tipo de cultivo se despliega en áreas reducidas, haciendo uso de alta densidad de plantación y mecanización avanzada, lo que incrementa el estrés de las plantas debido al espacio limitado.
El experimento desarrollado entre 2020 y 2023 en un olivar de mesa superintensivo en Coria del Río (Sevilla), incluyó tres tratamientos de riego: un control sin estrés hídrico, un riego deficitario controlado aplicando estrés hídrico en fases fenológicas resilientes, y uno de secano sin riego. Mediante mediciones semanales, los investigadores evaluaron la condición hídrica de las plantas y la calidad del fruto, entre otros indicadores esenciales.
Los resultados demostraron que el riego deficitario controlado logró un rendimiento similar al tratamiento sin estrés, utilizando un 50% menos de agua. En contraste, el tratamiento de secano resultó ineficaz para la producción comercial, evidenciado por una reducción en tamaño de copas y frutos.
Marta Sánchez Piñero, investigadora del Departamento de Agronomía y coautora del estudio, destaca que el ajuste del riego durante fases críticas puede ayudar a los agricultores a enfrentar condiciones de sequía sin perder producción. Además, recalca la importancia de la rehidratación adecuada tras periodos de restricción hídrica para asegurar un desarrollo óptimo en temporadas siguientes.
Motivados por los hallazgos, el grupo ‘HidroSOS’ planea ampliar su investigación a otros cultivos hortícolas. Actualmente, desarrollan un proyecto piloto que combina plantas fotovoltaicas con cultivos agrícolas, buscando la optimización de recursos al cultivar debajo de placas solares. Este enfoque innovador podría transformar la gestión del riego en la agricultura, promoviendo la sostenibilidad y eficiencia en la producción agrícola.
Fuente: Junta de Andalucía.