Rusia ha intensificado su ofensiva sobre Ucrania con un ataque masivo que involucró alrededor de 600 drones y 50 misiles, según autoridades locales. En Kiev, el ataque dejó cuatro muertos y decenas de heridos, en lo que se considera uno de los asaltos más intensos en tres años de conflicto. Las defensas aéreas lograron interceptar la mayoría de los proyectiles, aunque algunos impactaron en diversas áreas, causando daños significativos, especialmente en un barrio residencial al oeste de la capital. Polonia, en respuesta, cerró temporalmente parte de su espacio aéreo debido a actividades militares. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, criticó a Rusia por su continua agresión y pidió presión internacional.
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