Ricky Rubio, reconocido por su precoz talento en el baloncesto, debutó con el Joventut en la ACB a los 14 años y posteriormente conquistó la Euroliga con el Barça antes de unirse a la NBA. Sin embargo, su carrera estuvo marcada por desafíos personales, como la muerte de su madre en 2016. En una entrevista con Jordi Évole, Rubio reflexionó sobre la presión de ser considerado como una «mercancía» en la NBA y la necesidad de ocultar sus emociones. Comparó su experiencia con la del joven futbolista Lamine Yamal, destacando la responsabilidad impuesta a talentos emergentes. Rubio compartió sus preocupaciones sobre si estos jóvenes están preparados para lidiar con tales expectativas, mientras su hijo de cinco años ya es influenciado por figuras como Yamal.
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