En un contexto de crecientes tensiones regionales, la política exterior de Estados Unidos revela su complejidad multilateral y de actores diversos. En su visita a México, el secretario de Estado, Marco Rubio, defendió el uso de la fuerza militar contra organizaciones criminales consideradas terroristas, una postura respaldada por el gobierno estadounidense. Esta visita ocurre tras declaraciones del presidente Trump criticando a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, por su reticencia a aceptar asistencia militar estadounidense en la lucha contra el narcotráfico. Paralelamente, fuerzas estadounidenses realizaron un ataque en el Caribe contra un barco presuntamente relacionado con el Tren de Aragua, subrayando la intensificación de las acciones de Estados Unidos en la región.
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