El Gobierno español enfrenta tensiones internas ante la posible decisión de no presentar nuevos Presupuestos en este ciclo fiscal. Mientras el Partido Socialista muestra reticencias debido a la dificultad de conseguir aprobación en un Parlamento dividido, su socio en el Ejecutivo, Sumar, insiste en que es una obligación intentarlo. Las diferencias se agravan por temas como el aumento en el gasto militar, que encuentra oposición tanto en Sumar como en Podemos, subrayando condiciones inaceptables para su apoyo. La división interna refleja la inestabilidad de la coalición, con Sumar pidiendo un debate serio y aludiendo a la necesidad de un modelo europeo más independiente. Además, miembros de IU han criticado cualquier incremento en el presupuesto de defensa.
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