Taylor Swift ha recuperado los derechos de sus primeras grabaciones tras comprarlas a la firma de inversión Shamrock Capital, que había adquirido estas obras del productor Scooter Braun hace seis años. Este movimiento marca un importante hito para la cantante, quien había expresado su descontento y lucha por controlar su propia música desde que Braun adquiriera los derechos originales. La transacción ha sido vista como un triunfo personal y profesional para Swift, quien continúa reafirmando su influencia en la industria musical.
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